Desde la cama, sentada mirando a la nada, viajo incesantemente hacia lugares que siempre han estado en mi mente. Una vieja casa con murallas de piedra y hiedra, que se enredan en la verja a la entrada de un lugar ya conocido en mis sueños. Un paisaje verde de acantilados escondidos, donde el agua cae en un susurro como si no existiera el vacío, brotando de él la vida mas pura jamas conocida.

Nada en estos lugares es desconocido, todos han vivido en mi mente por los siglos de los siglos, solo que ahora que el tiempo lo ha permitido me he concedido explorarlos como solo ellos lo tienen merecido.

Bajo mi atenta mirada cada uno de ellos a despertado, abriendo la puerta a una casa en la que durante años he habitado. Un jardín de camelias desde la ventana miran con familiaridad a mi mente alborotada que fantasea con escapar.

Rocío de la mañana, despierta los sueños profundos, que viajar ahora es sencillo, solo tu mente pone el punto.

Reflexiones: Débora Benzal (15/08/2020)